Vladímir Fedoséyev
Vladímir Fedoseyev nació en Leningrado el 5 de agosto de 1932. Recibió su primera educación musical en el Conservatorio Estatal Gnessins (hoy en día Academia Gnessins de Música) y asistió a estudios de grado en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú con el profesor Leo Ginsburg. Empezó su carrera como director en la Orquesta Filarmónica de Leningrado al ser invitado por Evgeny Mravinsky. El debut escénico de Vladímir Fedoseyev también tuvo lugar en Leningrado, en el Teatro Estatal Kirov (Mariinsky) de Ópera y Ballet, donde dirigió La novia del Zar de Rimsky-Korsakov.
En las décadas de los 80 y 90, Vladímir Fedoseyev presentó las versiones de concierto de Eugene Onegin, de Tchaikovsky, La dama de nieve de Rimsky-Korsakov y Aleko de Rachmaninoff en la Sala Pleyel de París. Dirigió el Requiem de Verdi con el World Festival Choir y los excepcionales solistas Carol Vaness, Florence Ouivar, Luciano Pavarotti y Roberto Scanduizzi en Oslo, Estocolmo y Múnich. En el mismo periodo formó parte producciones de ópera y ballet en algunos de los lugares más reconocidos de Europa, incluyendo La historia del Zar Saltán de Rimsky-Korsakov en 1988 así como La Reina de Espadas y La Bella durmiente de Tchaikovsky en 1989 en el Teatro alla Scala de Milán, Carmen de Bizet en 1993, Boris Godunov de Mussorgsky en 1994, y El mandarín maravilloso de Bartok en 1995 en la Opera de Viena, Una vida por el Zar de Glinka en 1996, El Demonio de Rubinstein y Attila de Verdi en 1998 en la Ópera de Zúrich. Hoy en día Fedoseyev continúa colaborando con los mejores teatros. Así, en 2015 y 2016 dirigió nuevas producciones para el Teatro alla Scala de los ballets de Tchaikovsky El Cascanueces (con coreografía de Nacho Duato) y La bella durmiente (coreografía de Alexei Ratmansky). En enero de 2017 dirigió la premier de Turandot de Puccini en la Helicon-Ópera de Moscú, y después fue invitado a ser el director artístico del Teatro.
El nombre de Vladímir Fedoseyev está ligado a varias orquestas por todo el mundo. Fue el primer director invitado de la Orquesta Filarmónica de Tokio desde el año 2000, director invitado de la Orquesta Sinfónica de la Radio Bávara (BR) de Múnich, la Orquesta de Radio France de París, la Orquesta de la Radio de Finlandia, la Sinfónica de Berlín (DSO), la Orquesta Filarmónica de Dresde, y las orquestas de Stuttgart, Essen, Cleveland y Pittsburg. Entre 1997 y 2006 fue director principal de la Orquesta Sinfónica de Viena, en la década que marcó el triunfo de la formación en giras alrededor de Europa Central, Japón, China y Filipinas, así como la interpretación del ciclo completo de obras sinfónicas de Beethoven, que fue concluido el 1 de enero del año 2000 con la ejecución de la Missa Solemnis.
Independientemente de la diversidad de las actividades artísticas de Fedoseyev, la Orquesta Sinfónica Tchaikovsky (TSO) mantiene un lugar destacado en su vida, ya que ha sido su director artístico y musical por más de cuatro décadas. Durante estos años el director formó un estilo particular y reconocible que condujo a la TSO a alcanzar fama internacional y a interpretar numerosos estrenos de obras de compositores contemporáneos, extendiendo así constantemente sus contactos artísticos con compositores rusos y extranjeros, como hiciera al principio de su carrera con Shostakovich y Sviridov y después con Krzysztof Penderecki (Polonia), Ragnar Soderlind (Noruega), Vladimir Rubin y Roman Ledenyov (Rusia).
Entre los primeros proyectos de gran escala de Fedoseyev con la TSO se encuentran producciones concertantes y escenificadas de las óperas Cavalleria rusticana de Mascagni, Cherevichki de Tchaikovsky, y La Dama de Nieve y Noche de Mayo de Rimsky-Korsakov, realizada para la radio y grabada en disco. Muchas de sus grabaciones, incluyendo la integral de sinfonías de Beethoven, Tchaikovsky, Mahler y Taneyev fueron bestsellers. La discografía de Fedoseyev incluye además todas las sinfonías de Brahms para el sello Warner Classics & Jazz, y las sinfonías de Shostakovich publicadas por Pony Canyon en Japón.
Vladímir Fedoseyev ha sido reconocido con numerosos premios y galardones, como la Medalla de Plata de la Asociación de Radiodifusión Asahi de Japón (por sus programas con obras de Tchaikovsky y Shostakovich), la Orden por los “Servicios a la Patria” en sus cuatro niveles, la Orden de San Vladimir, la Orden del Venerable Sergius de Radonezh de Primer Grado, la Cruz de Plata al mérito de la República de Austria y la Medalla de Oro de la Sociedad Internacional Gustav Mahler. En marzo de 2013 en Praga fue galardonado con el Premio Europeo “Trebbia” de actividades creativas. En octubre de 2013 el presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin reconoció al Maestro con la Orden de Honor del Kremlin. Desde 2016 Fedoseyev ostenta el Titulo de Honor “Honorable Trabajador de la Música y el Arte” y el premio de la Union Rusa en el campo de la literatura y el arte. En 2017 Sergei Sobyanin, alcalde de Moscú, reconoció al Maestro con la marca de distinción “Por los servicios a Moscú” por su excepcional contribución al desarrollo de la cultura y la música rusas. En enero de 2018 en Patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Moscú y toda Rusia concedió a Vladímir Fedoseyev la Orden de Daniel de Moscú de Primer Grado.
La actividad en gira de Vladímir Fedoseyev con la TSO continúa siendo intensa: en la temporada 2017/2018 se presentaron en China, Japón, Austria, Alemania, República Checa y Grecia. Además en 2018 Fedoseyev ofreció una serie de conciertos con NHK Symphony Orchestra en Japón, con la Orquesta Sinfónica de Viena en Austria, con la Shenzhen Symphony y la Hangzhou Philharmonic Orchestra en China y con la Orquesta Verdi en Italia. En la temporada de conciertos 2018/2019 estará de gira por Austria, Eslovaquia, Hungría, Turquía, España, República Checa y China. En Moscú, además de en la Sala Grande del Conservatorio de Moscú, la sala Tchaikovsky, el Teatro Bolshoi y el Palacio del Kremlin, se presentará en la nueva Sala Zaryadie.
“A Vladímir Fedoseyev le llegó el éxito de forma natural, como le llega a un hombre con un don excepcional que hace tanto por la música y con una vida tan creativa”, escribió el compositor Boris Tchaikovsky sobre él. Tikhon Khrennikov apuntó: “El don de un director es una suerte de talento muy especial. Al igual que un cantante, un director debe tener una voz propia. Fedoseyev es un feliz portador de esa voz, que se escucha claramente en todo, en sus deseos como líder, en su temperamento artístico y en su plasticidad gestual”.